20 de octubre de 1982

Que cierto es que los acontecimientos extraordinarios perduran en la memoria. Los días precedentes se perdieron. Mi cerebro decidió que eran demasiado cotidianos para ser recordados. Apenas recuerdo si estuvo lloviendo, pero hace exactamente 31 años...ese día y el siguiente siempre me acompañarán.

La historia comienza hacia el medio día del 20 de Octubre de 1982. Tenía ocho años y estaba en clase, tercero de EGB por deducción. Nos dijeron que nos teníamos que marchar a casa, que había llovido mucho y que podía salirse el agua de una presa. Aquello fue una fiesta para los niños de nuestra edad, por la noticia que parecía de película, y por la alegría de poder marchar antes a casa. 

Me reuní con mi hermano que tiene cinco años más. Íbamos al mismo colegio y emprendemos juntos el camino de regreso. En el trayecto había que atravesar el río Magro, un afluente del Júcar. El río apenas tenía nada de agua (normalmente trae poco o nada de agua, pero su cauce es muy grande) y nos reímos por ello pensando en que exageraban. Además, en aquel momento, lucía el sol entre algunas nubes.

Llegamos a casa y le explicamos a mi madre lo sucedido. Ella no sabía nada y se comenzó a preocupar. Puso la radio y efectivamente anunciaban que el río iba a crecer y que las poblaciones cercanas al cauce estuviesen alerta. Mi madre, cada vez más preocupada, llamó a mi padre que trabajaba en Alzira, una población cercana. Allí seguían trabajando como si nada, y por el momento así iban a seguir.

Mi hermano y yo, excitados por la emoción, hacíamos todo tipo de hipótesis fantásticas. Y la tensión en casa iba tan en aumento que nos hicieron callar. En la radio las noticias, pasaron de poner en alerta a indicar que directamente las poblaciones debían de evacuar, enumerando cada vez más poblaciones desde la cercanía del embalse y río abajo.

Pasaron las tensas horas y finalmente llegó mi padre. Nos contó que habían tenido que sacar algún coche del agua, cerca de donde trabajaba, ya que se había quedado atascado al intentar cruzar algún barranco. También que no había podido llegar por el camino habitual, y que tuvo que dar un rodeo para llegar a casa. Finalmente decidieron coger las cosas de valor e irnos a casa de mi tía. Vive en la misma población, Algemesí, pero en una zona más elevada.

Allí fuimos, en algún momento que no recuerdo cortaron la luz. Por ello, que la única forma de saber que pasaba, era usando una radio a pilas, o por la observación directa. Mi tía vive cerca del afluente que nombre antes, el Magro. Mi padre, mi tío y mi hermano fueron a mirar el río. A mi y a mi primo no nos dejaron, y eso que me moría de ganas. Me quedé con mi primo, sólo con saber que íbamos a dormir en la misma habitación ya me hacía mucha ilusión. Pasaron unas cuantas horas más, los mayores se quedaron en vela escuchando las noticias, y a los pequeños nos mandaron a dormir.


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21 de Octubre de 1982

Desperté y me desilusioné al mirar por la ventana y no ver agua. Los mayores se habían ido, pero cuando volvieron insistí en que quería ir a ver el río y finalmente pude hacerlo.

Lo que vi al llegar nunca lo olvidaré. El afluente, iba hasta los topes de ese gran cauce (unos 40 metros de largo y 4 de profundidad) por el que nunca había visto mucha más agua que la que puede pasar por una pequeña acequia. El agua, que estaba de color marrón, pasaba a importante velocidad y lo más significativo ¡En dirección contraria! Luego me enteré que esto era debido a que el río principal (el Júcar) venía con tanta agua que esta remontaba afluente arriba.

Pasado un tiempo fuimos en dirección al centro de la ciudad, y lo que allí vi también era de impresión. Desde una calle que iba bajando progresivamente ante nosotros se abría lo que parecía un lago. A mi me recordó el mar pues habían pequeñas olas. Aquel mar llegaba desde mis pies hasta perderse de vista por entre las calles.

Ese día mis padres decidieron ir a una población cercana que estaba a mayor altitud, en la que también teníamos familiares. Allí pasamos un par de días y ya con luz pudimos ver por la televisión las dimensiones del desastre. En aquel momento éramos el centro de atención de las noticias internacionales.


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Siguientes días

El regreso a casa también fue chocante. Las calles estaban llenas de barro, frente a las puertas de las casas se apilaban montones de muebles y enseres mojados y embarrados. La gente trataba de limpiar sus casas, y esto se prolongó durante varios días. Nosotros vivíamos en un primer piso y tampoco era la parte más baja de la ciudad, por lo que el agua y el lodo no entraron en nuestro hogar. El agua llegó hasta el séptimo escalón de la escalera, lo recuerdo porque los conté.

En lo personal tuvimos relativa buena suerte. No falleció ningún familiar y no perdimos enseres. Las bicicletas que las guardábamos en un garaje subterráneo las recuperamos y las limpiamos. Lo peor fue que la empresa en la que trabajaba mi padre, quebró y se quedó sin empleo.

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Cronología

Martes, día 19.10.82
0.00 horas La cantidad de lluvia caída durante este día, y que tuvo su continuación en el día siguiente, desbordó todas las previsiones. 
No era difícil pensar que todos los canales que afluyen a la presa iban a suministrar una cantidad más que importante de agua. 
13.00 horas La comisaría de aguas y la confederación hidrográfica del Júcar anunciaban a los medios informativos que el río llevaba un caudal de 260 m3 y que por la tarde podría alcanzar los 1.000 m3. Hay que tener en cuenta que el caudal normal del río es de 30m3/s.

Miércoles, día 20.10.82
3.00 horas En este momento, el sistema eléctrico de la presa de Tous queda inutilizado. El río había subido un poco, pero nada alarmante. 
6.30 horas El río Júcar, a su paso por Gavarda, ya había subido de nivel de un modo considerable. 
7.00 horas El río había aumentado 2 metros su nivel y en la misma presa lo había hecho en 8 metros. 
7.15 horas Después de descubrir que el único grupo electrógeno existente esta cubierto por las aguas, se intenta inútilmente abrir los aliviaderos. La operación reviste gran riesgo porque hay que introducirse en el mismo corazón de la presa y con agua por la cintura. 
8.00 horas Las aguas del Sellent comienzan a desbordarse. 
9.15 horas La ciudad de Gavarda es avisada del peligro por parte de su alcalde y algunos vecinos. 
9.30 horas Un ingeniero de la presa manda el primer aviso al Gobernador Civil, a esta hora. Luego se sucederán otros comunicados, hasta completar una serie de cinco; el ultimo, a las seis de la tarde. 
10.30 horas El pueblo de Gavarda estaba en plena operación de desalojo. En la ciudad de Carcaixent su alcalde, Vicent Pla, informa a la población de cierto peligro, pero sin alarmar. En Alzira la situación no reviste caracteres preocupantes. 
11.00 horas El río Albaida en la desembocadura cortaba el paso al Júcar provocando su desbordamiento. 
11.30 horas Al haber superado el agua el malecón, el nivel se estabiliza. En Sumacárcer, el nivel no supera la entrada del pueblo. 
11.45 horas Los suministros que se mandaban desde Valencia con destino a la presa quedan retenidos en Massalaves. 
12.25 horas En Carcaixent se confirma que ha habido desbordamientos y que la situación en la presa es preocupante. 
13.30 horas En Alberic, las aguas de Júcar se acercan peligrosamente. 
14.30 horas Las aguas del Albaida vuelven al Júcar a la altura de Benimuslem. En Sumacárcer la corriente cambia ahora de dirección: es la del Júcar la que empuja. En Alzira comienza a notarse cierto aumento, pero sin alarmar. 
15.30 horas La totalidad del pueblo de Benimuslem está inundado. En Algemesí, el río Magro continua seco mientras al río Verde apenas le falta un metro para desbordarse. 
16.30 horas En Beneixida y Gavarda el nivel ha comenzado a bajar muy lentamente. El Júcar, a su paso por Alzira, ha crecido unos cinco metros. 
17.45 horas En Carcaixent y Alzira se organizan los distintos dispositivos de megafonía para prevenir a la población. 
18.30 horas Tras unos destellos fulgurantes, la central hidroeléctrica de Alzira queda envuelta en llamas. 
19.15 horas En ese momento, los 120.000.000 de m3 de agua de la presa comenzaron a deslizarse por pueblos y tierras de la Ribera, con un caudal superior a los 4.000 m3/s. 
19.30 horas En Sumacárcer se alcanza la altura máxima del río, 9 metros. 
20.30 horas Alzira y Carcaixent serán las poblaciones más afectadas. El nivel en ambas poblaciones comenzará una ascensión progresiva que no llegará a estabilizarse hasta la medianoche. Tan solo dos barrios: la Montanyeta, uno en cada localidad con el mismo nombre, se librarán de la inundación. En el caso de Alzira, la explanada allí existente sirvió de helipuerto para el despegue y aterrizaje de aparatos. El nivel máximo registrado en Carcaixent se sitúa alrededor de los cinco metros mientras en Alzira llegó a los seis. Algemesí solo se vio sorprendida por las aguas en un 40%. 
La autopista, con una altura de cinco metros, estaba haciendo de muro de contención. 
22.15 horas Las aguas comienzan a superar la autopista. Los aliviadores resultan ineficaces a la hora de desaguar. En Albalat de la Ribera, el agua apenas se paseó por la zona más baja. La corriente fue buscando entonces las partes más bajas, extendiéndose hasta la playa de Tabernes. 
24.00 horas La ola arrasadora llega a su fin.

Fuente horario: http://ametse.org/foro/index.php?topic=1328.0









Diversas fuentes de las imágenes, a todos ellos, gracias.

Comentarios

  1. Buuuf... ¡Qué tremendo! :S

    tus recuerdos le dan a la historia un toque personal que la hace más humana que verla por internet, como la había visto yo hasta ahora. Me pilló tan pequeña y tan lejos que sólo la conocía de oídas *_* Yo recuerdo algo parecido por una alerta de huracán, también nos mandaron a casa desde el cole, y la inconsciencia de los pocos años no me permitía ver el peligro donde sí podía haberlo.

    La terrible situación que vivisteis entonces es sobrecogedora, y me alegra que no hubiese daños personales que lamentar, más allá de la falta de trabajo. Me imagino que toda la zona tardó tiempo en recuperarse, pero seguro que no olvidaron ese día tampoco.

    Muchas gracias por tu testimonio, y por compartirlo. tVm*

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    1. Sip, al menos vivirlo en primera persona si que lo fue. Aunque a esa edad uno no es consciente del todo, como muy bien apuntas con tu anécdota. Al menos cercanos no, ya que si hubo algunos fallecidos, no se si por la treintena o algo así. Gracias a ti por comentar :*

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  2. Vaya historia.. una situación desgarradora que no conocía

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    1. Si, el tiempo que pasa va haciendo de las suyas. En parte por eso quise dejar aquí mi testimonio ^^

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  3. Hola Roland! Que buena crónica has hecho desde tus recuerdos de infancia. Que triste que tu papa quedo sin trabajo, pero menos mal que no hubo mas desgracias. Los ríos embravecidos son aterradores. Aquí paso algo similaren junio de este ano. Toda la ciudad bajo agua. Yo recuerdo el terremoto de Caracas, tenia yo cinco años y no sabia ni siquiera que significaba la palabra terremoto, creía que era un camión grande que movía la tierra. Es interesante acordarse de la visión que uno tenia a esa edad. Yo recuerdo que mi abuela perdió un zapato corriendo y que todos dormimos en el jardín como por una semana! Muy interesante tu crónica, veinte puntos! Un abrazo!

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    1. Gracias Natalia! Bueno, fue una época difícil para la zona afectada. Pero poco a poco se fue saliendo adelante. Me alegro de que vosotros también salierais adelante por los dos hechos que comentas. Me alegro de que te resulte interesante y gracias por tu fidelidad. Otro abrazo para ti :)

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  4. Esa es la espada de Damocles que pende sobre las tierras de Levante. Sufrimos esas riadas, la más desastrosa que recuerdo la riada en Valencia del 56, pero la pantanada que tan biograficamente cuentas fue espectacular e inmensa. Afortunadamente el rio vuelve a su cauce.

    Besos Calados.

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    1. Cierto, escuché hablar de esa riada que si mal no recuerdo afectó bastante a la capital y a raíz de ella desviaron el cauce del Turia a su paso. Toquemos madera y que tarde mucho en volver a ocurrir algo así.
      Besos.

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