En la fría Navidad
Aquel año aprendió lo frías que podían ser las Navidades. Y eso que al principio no lo parecían.
Risas, amigos, el amor… Todo parecía un sueño hasta que de pronto se torció. Un gesto sin importancia acabó en enfado, el enfado que podría haber quedado en nada, se convirtió en silencio. En distancia. La amargura no tardó en hacer acto de presencia.
La noche que tenía que haber sido de risas se convirtió en el más grande de lo nudos en el estómago. Ya nada podía salvar la noche, solo quedaba dormir.
A la mañana siguiente recibió una llamada. Para hablar. Era lo justo, él estaba dispuesto a disculparse. Ella insistió en ir a su encuentro. Él aceptó. En cuanto vio su rostro, supo que no pintaba bien. Cara desmaquillada y de haber dormido poco. Se preparó para la fatal noticia.
Puso cara de compungido - ¿Si? - Y esperó la sentencia mortal.
Ella suspiró. Lo miró a los ojos, con lágrimas al borde de sus párpados. Le dijo… - Estoy embarazada
30/08/2017
Es una gran noticia la Llegada de un hijo.
ResponderEliminarEs verdad que la noticia llegó en un momento de enfado y dio pie a suposiciones negativas pero ... un hijo es una gran noticia
Y yo que soy optimista me gusta pensar que es el comienzo de una gran historia
Feliz semana Roland :)
Hola Nieves.
EliminarNunca se sabe dónde puede comenzar una gran historia. ¿Será este relato el caso?
Besos
¡Hola Roland!
ResponderEliminarHistoria curiosa, con un final tan abierto que deja en el aire la duda de cómo seguirá la historia. Prefiero ser optimista, como dice Nieves, y que el bebé sea bienvenido y los una más allá del susto inicial :)
*Qm*
Hola Poe.
EliminarLa cosa es dar que pensar. Gracias por el comentario.
:*