Y un buen día sucedió



Un buen día, como cualquier otro, la gente dejó de entenderse. Y no me refiero al sentido egoísta o negativo, sino al sentido más literal.

Los pensamientos no habían cambiado, pero al ir a expresarlos de forma oral o escrita... salía otra cosa. Una serie de balbuceos o garabatos que nadie lograba entender.

Ni que decir cabe que cundió el caos. Ni los buenos días que le dice el marido a la mujer, ni llamar al servicio de emergencias ¿Se lo imaginan?

Fue peor que los disturbios que ocurren en una gran ciudad con un apagón de luz total. Hubo violencia, saqueos... Pero evidentemente de modo individual, pues los malhechores tampoco se podían comunicar entre si.

Todo se paralizó, casi nadie fue al trabajo. La actitud generalizada fue la de encerrarse en casa, y ver a la pareja o familiares casi como a extraños.

Pero entonces comenzó a suceder algo curioso. Lo cotidiano, lo de hablar por hablar, carecía de sentido. Los gestos, la expresión corporal, y mirar las cosas con nuevos ojos, cobró muchísimo más valor. Fue como si despertase el sexto sentido.

Tratar de comunicarse ahora, requería de un pequeño esfuerzo. Fijarse en los pequeños detalles, asegurarse que a uno lo entendían. La gente lo comprendió. El caos fue dando paso a la calma y esta, finalmente, a una sociedad más empática.

Puede parecer una paradoja. Pero hizo falta dejar de entendernos, para lograr entendernos mejor.

10-01-2015

Fuente imagen: http://www.fotolog.com/fuueee/

Comentarios

  1. Así somos de raritos los humanos. eso ya pasó en la torre de Babel.

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    1. Parece ser que el tema ya "daba que hablar" hace siglos jeje

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  2. ¡Hola Roland!

    Qué relato más simpático, y qué moraleja más buena. Muchas veces sobran las palabras, y otras hacen falta las adecuadas. Entendernos, entre las personas, es vital. Somos seres sociales. Pero no siempre se consigue.

    En tu relato lidias con una situación muy simpáticamente narrada, incluso buscando la implicación de los lectores, y logras que nos pongamos en la situación. Es genial :)

    ¡Espero seguir leyendo más relatos! Un abrazo
    *Qm*

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    1. Si, somos series sociales. También lo dicen los expertos. La sociabilidad, las conexiones entre personas... Está muy al orden del día.

      Gracias y otro abrazo para ti :*

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  3. Hola Roland!
    You have done it again! Que buen relato subito! (disculpa la falta de acentos) Yo le daria un premio! medalla de Oro por ese relato, que en pocas palabras describe fenomenalmente ese tema tan complejo de las "comunicaciones"! Clara esta fascinada! Un abrazote !!! y de verdad te felicito, pues estas afilando mucho tu agudeza y capacidad de sintesis en tus cuentos!!!

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    1. Me halagas, ojalá los todos los jurados pensaran así jajaja Ahora mismo disfruto con ello (cuando me sale) y vuestros comentarios son la gasolina que me da ánimos para seguir escribiendo :)

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  4. ¡Hola, Roland!!
    Un relato limpio, directo, desde el principio hasta el final, con un objetivo muy enriquecedor: no se trata de hablar o de no hablar, sino de...abrir los ojos! Bien podemos decir de aquel día que fue "bueno".
    Estupendo, Roland. Qué placer haber regresado a la blogosfera.
    Un abrazo!

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    1. Te contaré un secreto. Cuando lo escribí me planteé la posibilidad de convertirlo en un texto más largo. Pero de momento no me vi preparado. El placer es mío y no lo digo por quedar bien. Otro abrazo para ti ^_^

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