Descenso a los infiernos (V)

Su cuerpo ya era pálido de normal, pero sus brazos se volvieron más blancos aún con la presión que ejercía al abrazar a aquel hombre, se sentía bien así, le daba seguridad, era fuerte y tenía el vientre duro y bien formado, no aflojó sus brazos hasta sentir que iban al trote.

Entonces salió su naturaleza salvaje - ¡¿Era necesario ir tan rápido?! Me habéis asustado y ahora me tendré que hacer de nuevo el pelo – dijo enfurruñada

El hombre sonrió, bajó del caballo y le tendió la mano – Lo siento, trataré de compensaros - la muchacha lo miró aún enojada pero aceptó su mano para bajar, estaban delante del castillo, de ese al que se dirigía el otro día, la verdad es que estaba muy bien cuidado.

- Creo que aún no me he presentado, soy el conde Nicolae Craciun – Katerina lo miró con desconfianza ¿Se suponía que tenía que hacer alguna clase de reverencia? ¡Ja! Pues que esperara de pie, se llevó las manos al pelo para hacerse una cola como pudo

- ¿Querías conocer el castillo? Venid, os lo enseñaré por dentro – Se acercaron a la puerta, esta se abrió como por arte de magia, pero es que había alguien allí, un sirviente que debía de haber escuchado el caballo – Buenos días ¿La señorita comerá aquí? – Preguntó el engalanado mayordomo, el conde se quedó pensativo – Preparad comida para dos, pero seguramente comamos fuera

Ante los ojos de la muchacha se descubrió una hermosa estancia, realmente parecía un palacio, azulejos hermosos de color blanco y negro como un tablero de ajedrez, paredes con relieve y objetos que parecían valiosos así como cuadros, y  mientras miraba el caballero se acercó para susurrarle – Estáis más hermosa con el cabello suelto – esta fingió no haberle oído, pero sus mejillas si que se fueron tornando de color carmesí.

Le fue enseñando las distintas estancias y se sintió como de visita en un museo, no creía posible que alguien pudiera vivir en un lugar así, pero de todo lo que más le impresionó fue un jardín interior, había una fuente con agua, y exóticos árboles y plantas, olía maravillosamente bien.

Nicolae lo notó y llamó al mayordomo para que les trajeran unas bebidas mientras descansaban un poco en el jardín - ¿Y bien que os parece? – La muchacha clavó los ojos en los suyos y ya le habló más calmada – Estoy impresionada, no me lo imaginaba tan bien cuidado ¿Es de herencia suya?

- Más o menos – Respondió – Supongo que así podría decirse – Se puso la mano en la barbilla - ¿Sabéis montar a caballo? – Sonrió al recordar algo y añade – Al trote si queréis, iremos con un caminito montaña arriba desde donde hay una buena vista de todas las tierras de alrededor

Llegaron las bebidas y eso le dio tiempo a Katerina para pensar, aunque no había mucho en que hacerlo, todo esto era como una aventura y no entraba entre las posibilidades perderse algo y con lo del caballo… quizás pudiera sorprender al conde, tenía un as en la manga.

Comentarios

  1. Veremos que as en la manga tiene con lo de montar a caballo.

    Con ganas de leer mas.

    Saludos.

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  2. jejeje Gracias majetón, es un placer tenerte como seguidor de la saga xD

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  3. ¿Herencia? Eso suena a... estoy podrida en dinero maja y... yo tengo más años que el castillo. ¿Un as? Espero que sí, esa chica tiene pinta de ser de armas tomar.
    Besitos Jorgito.

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  4. jajaja Ummm no haré declaraciones >_< jajajaja

    Un placer que me comentes, cada vez me siento con más responsabilidad, no esperéis mucho de la historia, en serio xD

    Besitos guapa.

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