Descenso a los infiernos (IV)

Despertó nerviosa, en su mente sólo una cosa, hoy venía el noble, solo de pensarlo le hacía sentir su corazón acelerado,  se levantó de un salto y cruzó cuadro palabras con su padre y cogió un cubo para llenarlo en la fuerte.

Con los pies descalzos pues le encantaba la sensación de pisar la hierba apresuró el paso, el agua estaba helada a estas horas, bebió un poco de ella y a la vuelta vio un corcel negro que galopaba hacia la casa, si no se daba prisa llegaría antes que ella y aún no se había cambiado.

Entró en la casa casi con sólo medio contenido del cubo pues se había salido el resto por la carrera cuando llegó el caballo, seguro que la vio entrar pero al noche no le dio tiempo ni a cruzar media palabra con ella.

Llegó de nuevo a su habitación con su pecho hinchándose y deshinchándose con rapidez, al menos tenía agua para asearse, tras lavarse un poco se puso su mejor vestido, un poco viejo y desgastado, pero algo decente con lo que presentarse y una vez estuvo todo listo bajó conteniendo el aliento.

El caballero estaba tomando un té que le había preparado su tío, la miró mientras descendía por las escaleras con una ligera sonrisa en los labios – Estáis hermosa esta mañana – le dijo de forma amable

- Gracias… - la muchacha ruborizándose un poco bajó la mirada y se sentó en una silla con las piernas juntas, el hombre era atractivo, pero ella no debía fantasear con esas cosas ¿Pero a que había venido? ¿Y si lo que pretendía era hacerle daño? A un hombre con tanto poder no le resultaría salir impune, un escalofrío recorrió su espalda.

Al poco el señor se levantó y se dirigió a su tío – Bueno, no se preocupe que estará bien conmigo, recuerde lo que ayer hablamos

La mucha levanto su mirada interrogativa en dirección a su tío que se limitó a sentir al caballero con rostro bastante neutro, ¿Seguro que no tenía motivos para estar asustada? Antes de poder hacerse muchas más preguntas el visitante le tendió la mano y la acompañó hasta el caballo - ¿Sabes subir? – La muchacha frinció el ceño su subió con bastante habilidad para sorpresa de este, rió con dulzura y montó también, por delante de la muchacha.
 
El caballo salió despedido a galope tendido, Katerina tuvo que rodear y agarrase fuerte a la cintura del joven que vio comenzar a pasar los árboles con gran rapidez a su alrededor, hasta tuvo que apretar los dientes en algún momento de pánico.

Comentarios

  1. Me supo a poco. Quiero más ehhh jajaja. Porque me estoy rompiendo la cabeza para descubrir el final jeje. Un beso.

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  2. Terminalo, por Dios ! Ahora estoy con ganas de saber como acaba !!!

    Un saludo.

    Por cierto, me temo que acaban de cerrarme por "censura" mi otro blog, me han enviado un email por contenido ofensivo asi que nada... me dedicare a mi pequeño blog de fotos y santas pascuas.

    Te veo en el si quieres:

    http://lamaquinadecongelar.blogspot.com/

    :(

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  3. Cris*: Bien, creo que es buena señal :) Tendrás más, otro beso para ti ^^

    Cheester: Pero calma mis niños ¿Queréis que lo acabe ya? Yo que pensaba seguir para largo… Disfrutad del camino, no del final, el final será “Fin” JAJAJJAJAJA

    Siento lo de tu blog a mi me gustaba, una lástima, yo te animo para que abras otro, sip, me paso por el de fotos ^^

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