Algo extraño
Era un caluroso día de Julio, unos se preparaban para ir a la playa, otros al trabajo antes de que llegaran sus merecidas vacaciones. Pero en el ambiente había algo extraño. Una sensación de que algo iba mal.
Fue un niño el primero en darse cuenta – Mamá… ¿Dónde se han ido las sombras? - La mujer que tiraba ligeramente de la manos de su hijo para llevarlo al colegio, no le hizo caso.
Pero el mendigo que estaba a la puerta del supermercado sí reparó en lo que dijo el pequeño. Levantó la mirada al cielo, y pudo comprobar que no estaba nublado, se veía el sol con claridad. Pero en cambio, no había sombras.
- ¡Oh… fatalidad! ¡Es el fin del mundo! ¡El fin del mundo! - Comenzó a gritar.
Un hombre con traje y corbata lo miró con desprecio y levantó la mano para pedir un taxi. Miró al suelo y comprobó que faltaba su sombra. Pero no solo eso, su mano poco a poco se estaba volviendo transparente, las casas, los vehículos. Todo parecía de cristal. Y en unos pocos segundos, donde estuvo el planeta tierra, no hubo nada, como si jamás hubiese existido.
05/11/2023
Wow que buen relato jorge Roland!!! Me encantó! Abrazote!!
ResponderEliminarNatalis Leonor
Gracias Natalia, otro abrazote para ti.
EliminarHola Roland
ResponderEliminarInquietante, Al leerte y meditar sobre ello no se puede evitar sentir cierto escalofrío imaginando lo fácil que es volver a la nada.
Da miedo la verdad.
Saludos :)
Hola Nieves.
EliminarJajaja Supongo que de eso se trata.
Saludos.
Un relato corto e inquietante. Muy bueno.
ResponderEliminarSaludos.
Me alegro de que te guste, Mercedes.
EliminarSaludos.
Estaría bien que fuéramos nosotros los que desapareciéramos y que la Tierra quedara.:)
ResponderEliminarJajaja Vamos por buen camino entonces ;)
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