Ley de vida
Nací en primavera, cuando aún hacía frío. Recuerdo que desde bien joven me gustaban las formas que dibujaba el sol al reflejarse. Tuve un pequeño trauma con algún que otro insecto, pero por lo demás creí fuerte y sana.
Siempre me gustó la naturaleza, el viento y sentirme libre. Aunque... de algún modo, siempre permanecí atada a mi lugar de origen.
Pero con el tiempo todo cambia. Una va madurando, cumpliendo una función en un intrincado engranaje. Me pregunto si todo ha merecido la pena. No sé muy bien, nunca fui muy lista. Lo que sí sé es que se acerca el otoño.
Ahora ya débil, mi piel ha perdido la hermosura de antaño, tiene las cicatrices y marcas de toda una vida; vida que ahora pende de un hilo. Creo que estoy preparada para morir, desfallezco. Una ráfaga de viendo corta el vínculo, siento que floto, revoloteo. Veo al resto de mis compañeras, algunas ya están allá abajo. Ahora yo también formaré parte del manto. Alimento, sustrato para el árbol que me dio la vida.
12/09/2022
Bello amigo Roland!
ResponderEliminarAbrazote!!!
Me alegro de que te lo parezca :)
EliminarOtro abrazo grande de vuelta.
No hay vida sin muerte.
ResponderEliminarComo las dos caras de la misma moneda.
EliminarSaludos.
Hola Roland
ResponderEliminarLa dulzura de la primavera y la dureza del morir...
Intenso y profundo.
Me ha encantado y a título.personal me sentí identificada y no solo por nacer en primavera
Saludos !!
Hola Nieves.
EliminarMe alegro de haber transmitido eso :)
Saludos.