Escurridiza



Se había escondido en la grieta de una de esas enormes cajas de madera. Parecía un lugar calentito, una buena base de operaciones desde la que actuar. De pronto una mañana, su guarida, junto con el resto de la caja, comenzaron a zarandearse de un lado a otro ¡Qué mareo!

Por suerte no duró más que unos minutos, pero con el susto no saldría a ver que había pasado hasta la noche. Y así lo hizo. Había más gente de lo habitual, los humanos, eso no era nada bueno, o tal vez si, donde había humanos siempre había mucha comida.

En los días posteriores comenzó a sentir viento, frío, humedad… Por lo que se vio obligada a dejar la caja de madera y a internarse más allá.

Llegó a un lugar demasiado limpio, demasiado iluminado. No era nadie capaz de apreciar aquellas suntuosas escaleras tapizadas de rojo, las lamparas y demás cristalería de ensueño. Lo que si supo apreciar fueron los manjares de aquella infinita cocina. Por fin había encontrado un lugar calentito y con comida abundante.

Una noche sintió una vibración ¿Un terremoto tal vez? Bueno, no tenía mucha importancia, aunque todo se derrumbase, una cucaracha siempre era capaz de encontrar un agujero por el que salir. Con lo que no contó, es que en apenas dos horas, el mar hizo irrupción. No le dio tiempo ni de correr, de pronto se vio sumergida en la inmensidad del agua fría. La prensa no hablaría de ella, aunque se tratase, de otra de las víctimas del Titánic.

28/03/2018

Comentarios

  1. Ay Roland que bueno. Nuevamente has provocado en mí la sorpresa final. Pensaba que era una cucaracha domestica común, no una con aspiraciones a la conquistas intercontinentales.

    Como anécdota personal puedo confesar que no soy ágil y todas las cucarachas suelen escaparse, pero de vez en cuando puedo decir que soy como las aguas heladas de tu desdichada cucaracha :)

    Saludos y feliz semana

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    1. Hola Nieves.

      A veces hay sorpresa final si jaja Curiosa anécdota, esos bichitos no son nada extraños hoy en día.

      Besos

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  2. ¡Hola Roland!

    Qué curioso texto, con ese cambio de perspectiva final que nos lleva a ampliar horizontes, nunca mejor dicho.

    De nuevo un cuento excelente, me encantará leer más :)

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    1. ¡Hola Poe!

      Resultó una cucaracha viajera, con trágico desenlace xD

      ¡Gracias!

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