Días de niñez y gloria
Sus padres, tenían un par de amigos, que tenían sendas casetas de
campo. Curiosamente no estaban muy lejos la una de la otra. La una
era vieja, oscura y tenebrosa. La otra, diáfana y como a medio
acabar. Pero en ambas vivieron grandes días.
Los recuerdos se mezclan como en un relato de terror. Rincones de
polvo y arañas. Y aquel enorme pastor alemán. Lleno de babas, olía
muy mal pero a su vez el can tenía muy buen olfato. Para el miedo.
Uno no sabía si quería jugar o darte un bocado en el hombro. Pero
cuando tenía que pasar por su lado le daba pánico.
En las acequias cercanas abundaban las ranas. Era divertido cazarlas,
mejor que un video-juego. Un día llenaron un bote entero,
consiguieron capturar decenas. Como no les gustaba hacerles daño las
liberaron todas juntas en medio de un camino. Para perseguirlas
corriendo, con todas las ranas saltando a su alrededor. Fue un
momento especial.
Otro día junto con otros amigos, organizaron un partido a rugby,
improvisando la mayor parte de las normas. Y a revolcarse por la
tierra suelta, arañazos, costras, ensuciar toda la ropa... Cosa
impensable hoy en día para con nuestros hijos.
Montar una cabaña también era una buena opción, un lugar secreto
en el que sentirse ajeno a todo el mundo y a salvo. O realizar alguna
travesura, como abrir las compuertas de las pequeñas acequias, por
el simple placer de ver el agua transcurrir y acompañarla a su paso.
Eran otros tiempos, eran otras formas y... a pesar de todo esto,
sobrevivieron.
Junio 2015
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Recuerdos contados en tercera persona. Un modo también de ejercitar
la memoria. Siempre quedan recuerdos por los rincones, que de algún
modo quedan plasmados como fotografías que parecen resaltar en
contraste con otros que languidecieron o desaparecieron.
Hoy en día los niños ya no se ensucian de barro, ni juegan en la
calle. Como todo tiene cosas buenas y cosas malas. Pero no pretendo
justificar ni criticar, quizá si remarcar la evidencia. Y que cada
generación tiene su camino que recorrer.
Fuente imagen:
http://www.infantilbbcus.com/feliz-dia-mundial-del-medio-ambiente/
Sencillamente encantador mi estimado Roland! Lo vi todo clarito!
ResponderEliminarUn abrazote
Gracias Natalia, por todo. Me alegro mucho de que te haya gustado :)
Eliminar¡Un abrazo grande!
Hola Roland!
ResponderEliminarQué bonitos recuerdos disfrazados de encantador relato ^_^ Ese niño que protagonizó tantas historias, ahora las recuerda con añoranza y cariño, reflejándose en el escrito. Me hace pensar en mis propias aventuras (y travesuras, jaja), esas que la inocencia de la infancia hace parecer tremendas e inabarcables, y la memoria de ser adulto nos recuerda como pequeñeces.
Para mí, ésos son los pequeños detalles que enriquecen una vida, y la vuelven plena :)
Enhorabuena po tu relato! Un abrazote, Roland!
*Qm*
Hola Poe.
EliminarMe alegro de que te haya gustado y además evocase tus propios recuerdos. No hay que subestimar nuestra propia infancia, fue necesaria para ser lo que somos.
Gracias a ti y otro abrazo grande :*