Un cuento antes de dormir



- Por favor, cuéntame otro de tus cuentos...
- Está bien, pesado, pero cortito y te vas a dormir ¿Vale?
Marcos, el hermano pequeño, sacudió la cabeza asintiendo con rapidez. Tras la confirmación, su hermano condescendiente, comenzó con la historia:
“El vaso del lugareño se precipitó al suelo rompiéndose en pedazos, anticipando lo que iba a ocurrir. Para Joe la prepotencía tenía un límite, límite que aquel forajido había sobrepasado hacía ya mucho. Era el momento de darle una buena lección.
Agarró al tipejo por la pechera y lo levantó del sueño - ¿Puedes repetir lo que has dicho? , voy a hacer que te tragues tus palabras...
El forajido, sería más bajo pero no andaba corto en valentía, soltó el puño que se hundió en el estómago de su rival
- Ugg - Joe se encogió, soltó al tipejo que cayó de espaldas en el suelo del salón, le costó unos segundos poder respirar.
- Ja, lo que yo decía, un borracho es un borracho – Dijo el forastero envalentonado
Joe agarró la botella de whisky y sin más contemplaciones la estrelló contra la cabeza del tipejo. En las pelis el cristal siempre se rompe. Pero en esta ocasión no sucedió así, o puede que le diese con el canto, pero el caso es que sonó como quien golpea un clavo con el martillo.
El tipejo se fue al suelo.
El barman sacó una recortada de detrás de la barra – Ya basta, ahora todo el mundo se va a quedar donde está, voy a llamar al sheriff
- Ni en sueños – comenzó a caminar en dirección a la puerta de salida mientras sus espuelas resonaban
El barman disparó contra el techo de su propio local, lo que provocó una pequeña nubecilla de yeso blanco.
El foragido se paró en seco - Está bien esta bien, ya me quedo – Pero tenía una treta reservada. Mientras se dio la vuelta sacó su revolver y apuntó al barman - Tú gordito ¿quieres un nuevo agujero para que haga compañía a tu ombligo?
Al barman comenzaron a salirle colmillos, apareció una chepa en su espalda y abundante pelo por todo su cuerpo, sus ropas se rasgaron en varios puntos.
- Más vale que tus balas sean de plata... Forastero
- ¿Y quien ha dicho que no lo son? - Sonrió y al hacerlo relució en su boca un diente falso.
En ese momento se escuchó un trueno que resonó en todo el pueblo. Fin”
- ¿Un disparo? ¿El fora.. el malo ha matado al hombre lobo? - Preguntó Marcos preocupado y arropándose con la sábana.
- No tonto, es que iba a llover. Ala, a dormir.
12/05/2015
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Había que inspirarse con un texto al azar de un autor famoso o que te gustase. El libro afortunado fue “Apocalipsis” de Stephen King, en la página que abrí, si mal no recuerdo, salía una pelea a puñetazo limpio. El texto resultante no tiene nada que ver, pero ahí está la gracia. Curioso cuento.

Fuente imagen: http://www.tahoesoldtimephoto.com/scenes_eras.php

Comentarios

  1. Hola Roland!

    Me ha resultado una historia curiosa, desde el comienzo. Ese cuento narrado que resulta ser una historia al más puro estilo del Oeste, y acaba convertida en un relato fantástico, además de volver al presente con la intervención del niño al que se lo narran... ¡Qué original planteamiento! ^_^

    Y una gran mezcla de géneros sabiamente entrelazados. Me gusta muchísimo, si. ¡Enhorabuena de nuevo por ello!
    *Qm+*

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    Respuestas
    1. ¡Hola Poe!
      Jajaja Si, es curioso. El pequeño relato no da un giro, sino dos (el segundo en su final), que es la forma del hermano mayor de dar el “carpetazo” final (y creo que de forma graciosa) para no alargar más la historia y de paso no entrar en detalles escabrosos.
      Gracias :*

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