Lejos y atrás

Los lugares son los mismos: playas, acantilados, montañas… En cambio, tantos años después, no tiene nada que ver. Y no me refiero a las edificaciones que han crecido como champiñones. Pese a mi cansada vista, ahora veo más matices, los que me otorga la experiencia, pero... volver al lugar, no implica retroceder en el tiempo. Y es que falta una cosa, quizá lo más importante, lo que uno lleva consigo; la música interior, las ganas de comerse la vida, las ganas de reír, las ganas de enamorarse por primera vez. A mi edad, ya no espero nada de la vida. Ahora sé bien que las experiencias, es lo que uno se lleva. Y bien o mal, lo importante es sentir. No quedarse con la sensación de… “aquello que debí de hacer y no me atreví” Sonrío, y dirijo la mirada a la enfermera de paliativos que me ha regalado esta última voluntad. Y luego al cielo, donde están tantos con los que he compartido y… donde pronto me voy a unir a ellos. Nada queda aquí para mi, todo lo llevo en el corazón. 30/05/2024