Tormenta

El sábado fui a recoger a mi hija que salía cine. El cielo se había puesto muy negro y ya se escuchaban los truenos. Cuando enfilé la carretera vi que hacía donde me dirigía, era justo donde estaba la tormenta. "Espero llegar antes de que se ponga a llover" Pensé. Ya caían algunas gotas sueltas, de esas gruesas que indican que cuando se ponga a llover, lo va a hacer con ganas. Tenía la sensación de que el tráfico iba muy lento, seguramente mis prisas por llegar. Pero me comporté pacientemente detrás de los coches que me precedían. El festival de rayos que tenía adelante, era un espectáculo. La lluvia comenzó a arreciar. Pasaba por un polígono industrial, llegando a una rotonda, despacio, cuando lo vi venir. Como suelen decir, pasó como a cámara lenta. Casi arriba del todo, pero un poco más delante, lo justo como para verlo por la luna del coche, un destello blanco bajó en picado. "Ahí va" pensé y solo me dio tiempo a encogerme en el asiento, sin soltar el volant...