El fin, el principio.

 



Aquel lugar era frío. No es que se quejara del trato de los funcionarios, pero… en su situación uno podía esperar un trato más amable, cercano. Pero no. Por donde él, debían de haber pasado ya cientos, y claro, arriesgarse a cogerle cariño, una mala decisión.

Anoche le dieron la última cena, pudo elegir el menú, que lujo. Como si eso fuera a compensar algo, ya hacía días que solo podía pensar en lo inevitable. Esto ya no era vivir, la angustia lo ocupaba todo. 

La última vez que se vestía, y comenzó a dar sus últimos pasos, custodiado por dos guardias. Le esperaba una sala donde casi lo único que había era la silla del centro, la última vez que se sentaría. 

Uno de ellos le dio una palmada en el hombro para que avanzara, él que ya casi no tenía voluntad, no se resistió. Se sentó sintiendo que su cuerpo pesaba una tonelada, respiró sintiendo que se asfixiaba… Apretó los puños y… sonó el teléfono.

Uno de los funcionarios descolgó - ¿Si? Ajá… Ajá… De acuerdo – Colgó de nuevo. Sonrió de medio lado y le dijo al reo  – Bola extra muchacho, el gobernador ha dicho que te van a repetir el juicio.

07/06/2020

Comentarios

  1. Hola Roland

    Tension hasta el final .
    No puedo evitar pensar de vez en cuándo cuantos inocentes han estado ahí y no tuvieron esa llamada de teléfono.

    Saludos y feliz semana

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    1. Hola Nieves.

      Son situaciones extremas e intensas. Y más de uno habrá pasado por ello.

      Saludos e igualmente.

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  2. ¡hola, Roland!

    Tremenda y tensa situación, cuesta imaginarse la confrontación de sentimientos que ahí se cruzan.
    Un relato muy original... y ese final abierto da pie a pensar qué pasará. ¡Enhorabuena por ello!

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    1. ¡Hola Poe!

      No es fácil meterse en la piel de una circunstancia así.

      Me alegro de que te lo parezca ¡Muchas gracias!

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