La isla



Había perdido unos cuantos quilos, le había crecido la barba y se sentía débil. Desde que había llegado a la isla apenas había comido. Al menos había podido beber, pero el cuerpo necesita también de lo sólido.

Observó una vez más aquello que tenía en la mano. Tenía entendido que los antiguos usaban las conchas como herramienta, pero era la substancia gelatinosa que albergaba lo que reclamaba toda su atención. Le proporcionaría las deseadas proteínas, pero su aspecto era sencillamente repugnante.

Suspiró, estaba reuniendo todo su empeño. Miró a su alrededor y paró al que pasaba por su lado, cual fugaz meteoro – Oiga camarero ¿Acaso en Ibiza no tienen un poco de jugo de limón al menos? ¡Ah! Y tráigame algo para la resaca.

05/08/2018

Comentarios

  1. Ay Roland ! Que yo lo imaginaba naufrago y moribundo y lo que tenía era sólo las consecuencias tras las noches de ibiza .

    Por mucho que te lea nunca dejas de sorprenderme .

    Saludos y feliz semana :)

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  2. ¡Hola Roland!

    Una vuelta de tuerca graciosa, que convierte el drama en otra historia completamente distinta.

    Siempre es genial leer esos sorprendentes giros que tan bien sabes lograr :)

    ¡Saludos!

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    Respuestas
    1. Hola Poe.

      Bueno, no siempre me salen y por lo visto estoy en horas bajas xd

      Saludos.

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