Panacea


Gracias a la investigación de las células madre descubrieron la píldora de la eterna juventud. El mecanismo que conseguía ralentizar el envejecimiento de nuestras células, y por lo tanto, alargar la vida del ser humano a casi el doble de lo normal. Una vez el medicamento pasó los pertinentes controles sanitarios, la pastilla comenzó a venderse como rosquillas. 

La natalidad descendió aún más, pues no había prisa en ser padre o madre y la longevidad no tardó en desestabilizar el sistema de pensiones. Los gobiernos trataron de buscar soluciones. Retrasar la edad de la jubilación y la más controvertida: la obligación de tener descendencia. Si querías cobrar tu prestación debías de mantener al menos un niño hasta la edad adulta.

Por supuesto, como suele ocurrir en estos casos, la pastilla no llegó a los países del tercer mundo, y no tardaron en crearse mafias que secuestraban niños para venderlos a los ricos del primer mundo y que así pudiesen acceder a su paga.

No tardaron en aparecer modificaciones en el código genético, modificaciones que en circunstancias normales causarían cáncer o la muerte, pero que no eran problemáticas por el uso de la pastilla. Pero estas modificaciones al ser genéticas pasaban a los hijos, que demasiado pequeños para tolerar el revolucionario medicamento morían sin que se pudiese evitar.

Lo que había llegado como la panacea, provocó la extinción del ser humano en la mayoría de los países ricos. 

21/06/2018

Comentarios

  1. Nos presentas un verdadero apocalisis sim bombas ni plásticos .
    A veces las cosas que se inician como geniales terminan siendo las más terribles .
    Y tu relato nos lo recuerda.

    Un saludo Roland . Feliz semana ;)

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    1. Hola Nieves.

      El futuro es cuanto menos, poco tranquilizador. A ver si encauzamos la situación.

      Besos

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  2. ¡Hola, Roland!

    Tremenda historia de un futuro alternativo, que bien puede suceder al paso que vamos (ojalá que no).

    Sociedad consumista y deseos desmesurados... mala combinación.

    Muy bien escrito, como siempre. Me ha encantado leerlo

    Saludos :)

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    1. Hola Poe

      Los futuros distópicos son como carteles de advertencia, ojala no lleguemos a ese punto.

      Saludos y felices fiestas

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