Vital

¿Habéis conocido alguna vez a alguien que os diera la sensación de que vivía demasiado rápido? Yo conocí a alguien así. Un chaval al que conocí un día de campo, de inmediato congeniamos. Es más sentí admiración por lo incansable, por lo alegre, por su vitalidad. Tras unas horas jugando al balón con él, sentí que había hecho un amigo para toda la vida. De tal modo que me quise ir con él, en el coche de sus padres. Así también conocí donde vivía. Pero como suele ocurrir a esas edades tan tempranas, mantener una amistad tan incipiente no es cosa nada fácil. Dependes mucho de tus padres, de si compartes o no colegio... en fin, de muchas cosas. Pero nos buscábamos de vez en cuando por las calles. Si, era cuando los niños jugábamos en la calle. Subí alguna vez a su casa, jugábamos a un pequeño pinball que tenía. A él también le interesaba jugar conmigo y así tener una excusa para no ir a misa, tal y como lo obligaban sus padres. Era muy incipiente en todo. Con él conocí a ch...