Diario de a bordo

Día 14 Llevamos dos semanas atrapados en el hielo del ártico. Se nos acaban los víveres. Ya no sabemos que hacer. Al menos el propio navío nos ofrece refugio. Pero nuestra situación es desesperada. Los compañeros han comenzado a escribir cartas de despedida. Se despiden de sus familiares, con la esperanza de que algún día nos encuentren, y aunque muertos, puedan saber de nuestro final. Supongo que estas letras son mi despedida. Soy el capitán y el peso de la responsabilidad me ahoga. No me han echado nada en cara. Pero no puedo evitar pensar, que tal vez, con un rumbo distinto, todo hubiese sido distinto. Tengo una pistola, y la habría usado para quitarme la vida. Pero no quiero fallar a los míos, dejarlos colgados sin luchar. El capitán ha de ser siempre el último en abandonar el barco. No puedo fallar a los míos. Día 19 Hemos encontrado el cuerpo de Fer. Fue tan insensato de salir solo para intentar cazar algún oso polar. Pobre, al menos ya descansa en paz. Día 23...