Misterio en el tren



El día a día es parece como el de los borreguitos, las mismas prisas, subir a los mismos trenes, metros, buses, ver las mismas caras de sueño... mezclarse con la gente desconocida pero de cara familiar a la vez por la rutina.

Pero aquel día ocurrió algo diferente, algo que nos despertó a todos un poco. De pronto en el vagón entró un tipo con cara de pocos amigos. Se les nota a la legua: mejillas demacradas, ojos hundidos, y sobretodo, las arrugas de su rostro gritaban que no habían sonreído en años.

El tipo irrumpió con paso decidido, cruzó medio vagón, colocó una mochila nueva y que no le pegaba ni con cola, en el altillo de los porta maletas, y siguió caminando hasta el final del vagón hasta que por un momento lo perdimos de vista.

Al lado tenía sentadas un par de universitarias que se quedaron estupefactas, una le dijo a la otra – Tía ¿Has visto eso? ¿Ha bajado del vagón? ¿Y si hay una bomba? Si no sube agarro esa mochila y la echo abajo, en serio - Dice sin saber si reír o preocuparse. 

Y a mi me empieza a dar la risa tonta, uno no podía evitar pensar mal, pero la situación no dejaba de ser cómica. Una mujer mayor, sentada al otro lado del pasillo le responde – No, no. No ha salido, se ha sentado al otro extremo del vagón.

Entonces intervengo yo haciendo otra hipótesis – A lo mejor la ha robado y la deja ahí por si viene alguien a reclamarla... 

La chica me dice - ¿Ves? A ti también te ha llamado la atención... - Y de nuevo a su compañera – Tía, yo voy, le hago una foto a ese y se la mando a la policía...

De nuevo me entra la risa tonta y disimulo mirando la ventana, una risa tonta que no sólo la tenía yo, sino ya varios de los viajeros.

De todos modos, unos cuantos no podemos evitar vigilar a aquella persona desde la distancia. El tren arranca, la mochila y el tipo siguen en el mismo sitio. Pero en la primera parada aquel hombre se levanta y vuelve a por la mochila, seguro que siente unas cuantas miradas clavadas en él. Agarra la mochila y se la lleva a la zona en la que estaba sentado. 

A los pocos minutos el tema pierde interés y la situación vuelve a la normalidad. Pero... el viaje ya no lo había sido. “Los borreguitos” habían despertado, una anécdota había conectado por unos minutos varios de los pasajeros que no tenían nada en común, habían tomado conciencia de lo que les rodeaba y porqué no... Al final resultó un viaje entretenido.

25/10/2015

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Espero que no quede raro el texto, pero en aquel momento lo sentí así. El día a día es muy monótono y a veces algo que te saque de lo anodino es bien recibido. 

Fuente imagen: http://cadenaser.com/emisora/2015/08/26/radio_barcelona/1440590603_321813.html

Comentarios

  1. Hola Roland!

    Un relato curioso, de una experiencia vivida.. La rutina a veces nos hace desentendernos del exterior, de las personas o las cosas. Vamos como zombies por la vida, y algo momentáneo que nos despierte de ese semisueño siempre es bien recibido :)

    Me alegra que la experiencia quedase como anécdota divertida, y diese pie a un entretenido relato ^_^
    *Qm*

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    1. ¡Hola Poe!

      Merece la pena estar atentos a nuestro alrededor. A veces ocurren cosas que te pueden alegrar el día :*

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  2. Oh que bueno Roland! Magistral me parecio tu cuento! De verdad! Muy contemporaneo, por el miedo en que se vive hoy en dia y sobre todo por eso de la rutina, esa que nos ahoga y consume, bueno a los borreguitos jaja, y como hasta un evento como el de una posible bomba, resulta refrescante? Dios mio, lo has logrado y con creces. Muy filosofico contemporaneo relato! Mis felicitaciones! con abrazote incluido!!

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    1. Jajaja Me sonrojas Natalia xD De verdad que me alegro mucho de que te haya gustado. Con tu permiso, casi se podría decir que es un momento mágico de los tuyos ^_^ ¡Un abrazo grande!

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    2. Tal cual! Magic Moment! Sigue escribiendo mucho porque tienes el don!
      Un abrazoteee! Ya despues, la proxima semana, te deseare la feliz Navidad, por ahora, escribe... que algo queda.... como Dicen...
      Se despide atentamente,
      la abuela de Chispita jaja

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    3. Pues no escribo todo lo que quisiera, o tengo poco tiempo o en el poco que tengo no me apetece :S Pero bueno, ahora en las vacaciones navideñas a ver si puedo avanzar cosas ^^ Abrazo a la abuela de Chispita :)

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