A quemarropa

Hay cosas sobre las que no se puede escribir. Historias que están en curso y que darían para una magnífica novela. Pero no. No, porque toca demasiado la fibra sensible. Historias inconclusas, que... si terminan bien, uno solo puede respirar aliviado y esforzarse en olvidar cuanto antes todo el sufrimiento que pasó. Y si salen mal... ¿Quién quiere dejar un recuerdo rancio? No se puede escribir sobre algo cuando una historia es demasiado personal, demasiado intensa. Pensándolo bien, en realidad si hay una forma. Pensándolo bien, tal vez fue así como nació la poesía. 31/05/2020