Mensaje

Le cambió la cara por completo. Cuando lo sintió vibrar, su rostro frío y serio se transformó en sonriente. Con un brillo especial, como con luz propia. No se había sentido así desde la primera vez que se enamoró. Había recibido otro mensaje, de él. Miró el teléfono móvil como quien mira con cariño a un bebé. Sus dedos impacientes se afanaron en responder. Se sentía nerviosa y con la respiración acelerada. El texto que escribió rezaba “¿Esas fueron sus ultimas palabras? Ya no volverá a hablar ese canalla, buen trabajo” 14/12/2016