Buen camino

 


Fue al día siguiente de aquel tan duro en el que tocó subir los pirineos. Todas las previsiones indicaban lluvia. Los echaron bien temprano del albergue, cuando aún la noche era totalmente oscura. 

Desayunó con rapidez, sorprendentemente no llovía y había que aprovechar estas horas. Se despidió de sus nuevos amigos y comenzó a caminar.

Con paso decidido, pero a la vez cauto pues apenas se veía el suelo. Cuando miraba alrededor se parecía adivinar que el lugar era realmente bonito, lástima de oscuridad.

Al cabo de una hora de caminata, cuando ya había buena visibilidad, hizo el primer descanso. Un poco temprano, pero muy acertado pues apenas 5 minutos después comenzó a llover. Ponerse el impermeable, ponérselo a la mochila… No son cosas fáciles en mitad de un camino.

Iba bien pertrechado, y concienciado con los posibles resbalones. Pero la mayor incomodidad era que en kilómetros y kilómetros no había un lugar seco en el que sentarse, y hasta pararse para buscar la botella de agua era complicado.

Horas después pasó junto a un bar. Esta es la mía, pensó. Un merecido descanso en el que reponer fuerzas. El lugar ya estaba lleno de peregrinos, mojados, buscando calor. Pero una de las maravillas del camino es que aquí nadie es extraño, todos son bien recibidos. 

Pidió el bocadillo más grande que tenían y una copa de vino para que el cuerpo entrara en calor. El hombre que regentaba el local sorprendía por su simpatía, pese a estar rodeado de gente que le pedía cosas sin parar.

- ¡Salud! - Le dijo el hombre que se había servido otra copa de vino para él mismo.

- ¿Qué? - Confundido lo miró, más que nada pensando en que no se lo había dicho a él.

- ¡Salud! - repitió y esta vez el peregrino si respondió con una sonrisa - ¡Salud! - Levantó su copa.

- ¡Y força en el canut! - Respondió otro comensal del local.

- ¿Es usted Valenciano? - Preguntó el caminante pues aquella expresión era típica de su tierra.

- No, pero eso es lo que dicen allí, creo.

El peregrino sonrió una vez más. Estaba muy lejos de su hogar, en un día muy gris; pero se sintió tan reconfortado como en su propia casa.

13/02/2022


Comentarios

  1. Hola Roland

    Me agrada mucho esos ambientes amigables y reconfortantes que te hacen sentir cerca de casa aún estando tan lejos.
    Leyéndote me has emocionado.

    Saludos :)

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    1. Hola Nieves
      La verdad es que una experiencia así es de muchas emociones.
      ¡Saludos!

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  2. Me gusta tu estilo cuando escribes simple y fácil de entender Te dejo abrazos desde el frio de Miami

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    1. Me alegro de que te gusta. Te mando abrazos para ti desde España

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