Vecinos VIII
Estaba paralizado delante de la puerta cuando mi jefe me lanzó un grito. Agaché la cabeza y entré para adentro, allí estaba ella, en la cocina.
Una de las cosas maravillosas que tiene el ser humano es la mirada. La de ella se me clavó en el alma, conectó de nuevo nuestros mundos y una sacudida de recuerdos y sentimientos me inundó. Pero solo fue un instante, pues no tardé en percibir el rencor, la ira.
No me atreví a pronunciar palabra alguna, solo deseaba que el tiempo pasara rápido. Mientras Fermín hacía sus comprobaciones – El enchufe está mal – No tardó en sentenciar.
- Si, está muy mal – Dijo ella mirándome a mi y achicando los ojos.
- Hay que cambiar el cable entero, hasta la fuente de alimentación – Dijo Fermín – Pero no hace falta que nos lo llevemos. Alain ¿Te encargas tú? Ve al taller a por el repuesto y dejas esto arreglado.
Increíble, no solo hacía falta volver sino que además debía de enfrentarme solo a esto. Por un momento me pareció que ella sonreía como satisfecha por algo.
- Claro – Dije con la voz queda y con las ganas de que me tragase la tierra.
…
Media hora más tarde volví a llamar al timbre. Me sudaban las manos. Charlotte abrió con ese vestidito primaveral de flores y con aquellos ojos que seguían clavados en mi – Te estaba esperando – Hizo una pequeña pausa antes de añadir muy mordaz... – Desde hace casi dos años.
Cerró su propia puerta conmigo dentro de casi un portazo. Y siguió increpándome por mi ausencia, sus frases caían sobre mi como latigazos. Lo triste es que no podía decir que razón no le faltara. Pero en su momento creí actuar de la mejor forma posible.
Seguramente paró al ver la profunda tristeza de mi rostro. Quizá esperaba una lucha, una discusión acalorada, liberar la ira ¿Tal vez pegarme?
- Tienes razón, te debo una explicación, pero tienes que saber que lo hice para que no me esperaras. Quería que fueras libre – Suspiré - ¿Te acuerdas la última vez que estuvimos aquí? Ocurrió justo al día siguiente, verás…
24/04/2018
Pincha aquí para leerla a ella.
Hola Roland !
ResponderEliminarComo me comentabas la tensión está en el aire... ella parece estar muy enfada. Las mujeres enfadadas suelen ser como un dolor de muelas . ox
Un saludo y feliz semana
Hola Nieves.
Eliminarjajaja No lo dudo, no lo dudo, por suerte es ficción jajaja
Besos
¡Hola Roland!
ResponderEliminarSigue la historia, y sigue la intriga. Muy buena continuación de esta extraña historia.
Saludos
¡Hola Poe!
EliminarQue emoción, que intriga, que dolor de barriga xD
Saludos