Con el agua al cuello


He estado ausente del blog unas semanas. Primero por saturación personal, luego por alguna de mis aventuras y finalmente por la dana. Y es que… mi localidad ha sido una de las más afectadas.

No entraré en temas políticos, que podría, pero no es mi estilo y prefiero evitarlo. Prefiero abordar el tema desde un lado más humano, y con eso ya lo digo todo.

Por suerte o por desgracia la inundación me pilló fuera. Y es que ver las cosas a distancia, a tus seres queridos y las pérdidas materiales, estar tan lejos, tampoco aporta tranquilidad precisamente.

Luego el periplo para lograr volver con todo cortado por tren y carretera. Y con una empresas de transporte que alardean de buenas, pero que ofrecen un servicio inversamente proporcional a su falta de empatía.

Llegar y encontrarse el panorama. Meterse dentro de la zona cero no es lo mismo que verlo o que imaginarlo.

Y no. No me quejo, porque antes de hacerlo me acuerdo de los que están peor, de los que han perdido más.

El ambiente, los ánimos, están “tocados”, y es que, aunque tengas la suerte de tener la casa bien (muchos lo han perdido todo), solo hay que asomarse a la ventana, salir a la calle o intentar ir a uno de los pocos supermercados que están abiertos. Para ver que nada sigue igual. Mañana hace un mes del desastre y… esto está aún lejos de la normalidad.

En positivo. La solidaridad. No hay palabras para describir la solidaridad de gente de toda España e incluso de otros países que ha ofrecido su ayuda. Especialmente los primeros días donde gente anónima llegaba con sus furgonetas y te paraba por la calle para preguntarte si necesitabas algo. La familia que siempre está dispuesta a echarte un cable. Los compañeros de empresa. Y también conocidos personales de otros lugares que has perdido el contacto y te pregunta si estás bien…

Sí, también hay aprovechados, mala gente, ladrones… Pero son los menos, me quedo con la parte buena de la gente ha sido muy muy superior en calidad y número.

Y ahora… aún falta. La cosa va lenta. No falta comida, ni cosas de primera necesidad, pero la economía de muchos hogares, comercios e industria se ha visto seriamente dañada. 

La gente, mis vecinos, siguen empeñados en seguir adelante, y saldremos. Solo puedo añadir “Amunt Valencia”

27/11/2024

Comentarios

  1. Querido y apreciado Jorge/Roland, no sabía que habías estado tan afectado por la dana. Desde aquí mi cariño y solidaridad. Una gran tragedia lo que ocurrió. Te mando un fuerte m abrazote y como dices, saldrán adelante!
    Leonor/Natalia

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