Anestesia
Una operación nunca es plato de buen gusto. Cuanto la cosa implica anestesia general, siempre está ese “y si…” No hay operación exenta de riesgos, nunca entenderé a los que se operan alegremente y de manera frecuente para modificarse; como quien se cambia el avatar en un videojuego. Entiendo que hay casos y casos, pero cuando la cosa es simplemente por una baja autoestima… lo mejor sería trabajar la psique. Bueno, voy con la historia:
El caso es que se encontraba en una habitación con más gente, cada uno en una camilla y todos mayores que él. La enfermera iba de aquí para allá poniendo vías y goteros. Y él… él estaba quedando para el final.
Había un hombre que le cayó bien de inmediato, que intentó entablar conversación con los demás. Y es que la mayoría se encontraba con nervios, por lo que estaba por ven ir. - El médico me dijo que me operaban de “la triple”. La columna, la rodilla y… y… ya no me acuerdo, je, je, je, ya llevo varias operaciones en pocos años… ¿Y a ti de qué te operan?
La enfermera, que iba de aquí para allá, además tenía que afeitar a aquellos pacientes a los que hiciera falta - ¿Y a usted de qué le operan? -
- A mí de “la triple” – Dijo jocoso el señor
- ¿Y eso de la triple que es? - Le preguntó la enfermera desconcertada.
Y no había que ser muy sabio para adivinar que el médico del señor, había usado esos términos para ganarse su confianza…. Al final la sanitaria tuvo que consultar la ficha del paciente.
Entre unas cosas y otras el tiempo fue pasando. Y ser el último tiene el problema de darle más vueltas a la cabeza. Pero finalmente vinieron a por él. Empujaron su camilla por los pasillos, a una sala, luego a otra… como quien lleva el carro de la compra por dentro del supermercado.
Esperas y más esperas “¿Y si me levanto y me voy? Al fin y al cabo mi operación no es cuestión de vida o muerte…” Pensó.
Pero no, una vez más había que ser valiente. Valiente no es el que no tiene miedo, valiente es el que pese a todo, resiste, hace lo que debe.
A los pocos minutos vinieron a por él, lo pusieron bajo los focos, le conectaron a aparatos, le hablaron para tranquilizarlo. Le pusieron un gotero.
- Te vamos a poner una mascarilla, solo es oxígeno, respira normal. La anestesia va por el gotero – Le explicaron.
Bueno, allá vamos, espero que todo salga bien, pensó.
Le pusieron la mascarilla, respiró. Los médicos se miraron extrañados porque no se dormía. Luego al gotero, algo no habían ajustado bien, tocaron la válvula, las gotas empezaron a fluir y…
...
Despertar. La sensación de estar vivo, de euforia, se toca la zona operada, hay un vendaje grueso, más vendaje del que pensaba. Bueno, ahora ya pasó. Ahora a recuperarse poco a poco. Pero tenía ganas de salir, de ir de fiesta. Sea por los medicamentos o por adrenalina, se sentía más vivo que nunca. La espera de tantos meses, esa ligera angustia ya no estaba. Ahora… solo quería vivir.
02/12/2023
Hola Roland
ResponderEliminarQue bien nos lo has contado.
Todos los que hemos estado en esa sala esperando como paciente sabemos que es exactamente así.
Sin duda alguna el despertar y descubrir quw el mundo sigue tal cual lo dejaste es lo mejor ...
Valorar la vida eso es ... maravilloso
Saludos y feliz semana
Hola Nieves.
EliminarGracias por tu aporte, esperemos pasar lo mínimo por quirófano.
Saludos y feliz semana.