Cuento de Navidad
Felix, dejó su hogar siendo bastante joven. Desavenencias con su padre que bebía de más. La única forma que encontró de dejar de tener un conflicto tras otro, fue dejarlo todo. De aquello hace más de veinte años.
A falta de familia, ha intentado rodearse de amigos. Con los días que corren, muchos a distancia. Felix es detallista y les manda regalos, cosas de la zona, nada de empresas de comercio electrónico.
Sale de la oficina de correos cuando en el suelo ve un sobre, el típico que lleva una felicitación navideña. Alguien debió de perderlo, lo recoge. Va a regresar dentro de la oficina, para que lo envíen, cuando repara en el nombre que figura ¡Es el suyo!
Se aparta junto a un portal y lo mira con más detenimiento. Va a su nombre, pero la dirección es errónea; es la de su primer piso, cuando se emancipó, y ya hace años que no vive allí. Por la parte de atrás no pone remitente.
Algo confuso e intrigado, lo abre allí mismo.
“Espero que pases unas felices fiestas y que seas feliz. Nunca dejaré de escribirte. Mamá”
08/01/2021
Hola Roland !!
ResponderEliminarSi ese sobre estaba en el suelo ... quiere decir que su madre era quien perdió la carta...
Que cerca estaban sin saberlo. Que pena 😞
Puede que ahora vuelva a casa a ver a su madre
Un saludo
¡Hola Nieves!
EliminarQuien sabe, algunos dicen que todo pasa por algo.
Saludos
Así son las madres, nunca nos dejan por lejos que estemos. Un abrazo.
ResponderEliminarCierto. Unos de los vínculos más fuertes que existen.
EliminarOtro abrazo.
El amor más rotundo solo se conoce si eres madre. Doy fe. Precioso.
ResponderEliminarMe alegro de que te guste :)
EliminarMe hacian mucha falta tus relatos!!!!!!
ResponderEliminarAbrazote!!!!!
Que bonito lo que me dices Natalia. Intentaré ser más regular en mis publicaciones.
EliminarOtro abrazote de vuelta.