Razón de peso
Cuando había una disputa en juego había que resolverla, no valían medias tintas. Ya llevaban varios días discutiendo. Él decía que la báscula medía mal, ella que no, que eran imaginaciones suyas.
- ¡No entiendo como pueden ser tan imprecisas! ¡¿Por qué no pueden tener la misma precisión que la pequeña báscula de cocina?! Si pesas un kilo de arroz, pesa eso mismo, un kilo ¡Uno! – Dijo ayer, mientras ella negaba con la cabeza.
Pero todo se iba a resolver hoy, ella estaba dispuesta – Diez quilos… Quince… ocho más… a ver cuánto va sumando – hizo sus cálculos - Y con estos seis y medios finales… ¡Suman ochenta y dos! ¡¿Ves cómo yo tenía razón?! -Dijo la mujer mirando fijamente a la cabeza que acababa de pesar.
25/08/2020
Hola Roland
ResponderEliminar😀
Cosas de sicópatas... entre la desmedida y la presicion .
Siempre me sorprende tu relato
Saludos y feliz semana
Hola Nieves
EliminarJajaja de eso se trata. Me gusta la sorpresa.
¡Igualmente!
Menudo cabezón con ese peso. Seguro que era la cabeza de un enano.
ResponderEliminarHabría que comprobarlo jajaja
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