Descenso a los infiernos (VIII)
Los amantes descansaron, abrazados sintiendo la respiración del otro, ninguno de los dos parecía atreverse a hablar, como si tan sólo un susurro pudiese romper la magia del momento.  - Nicolae… - Dijo finalmente ella - ¿Tenéis… Hay alguien más en tu vida? – Para disimular su temor comenzó a jugar con el pelo de él.  El hombre sonrió – Si…  - hizo una pausa – Olaf, el mayordomo  La chica a la que se le congeló la respiración la emprendió con pequeños golpes sobre el pecho del conde – Sois estúpido…  - pero ambos rieron de forma jovial.  …  Se asearon en el frío agua del arrollo y volvieron al palacio, de forma más calmada en esta ocasión, hubieron sonrisas y miradas cómplices, Olaf les esperaba con el fuego encendido caldeando las estancias para la noche.  Precisamente poco después del anochecer, mientras Nicolae y su invitada jugaban al ajedrez golpearon la puerta, este frunció el ceño pues no esperaba visitas, en pocos segundos se escucharon unos pasos que se aproximaban, un caballero...